DEL OKTOBERFEST Y SUS PERSONAJES
El regreso a las canchas de la honorable federación internacional del pescado viene siendo anunciado con bombos y platillos desde hace mucho tiempo, por lo que a continuación trataremos un tema que corresponda con la magnitud de este acontecimiento. Tal vez algunos iluminados ya se imaginan de qué se trata, justamente porque el título mismo lo adelanta de forma bastante explícita o porque se viene prometiendo desde hace meses en el libro de visita, pero viendo y considerando que tal vez alguna que otra mujer pasa por este sitio y que además hay algunas personas cuyo genio no es de grueso calibre, me veo ante la obligación de explicar que el siguiente texto trata sobre nuestro próximo viaje a la fiesta de la cerveza, a celebrarse en Villa General Belgrano.
Es menester hacer algunas aclaraciones, de modo que aquellas personas que no son intimas puedan llegar a entender algo. Este viaje había sido pensado como una pequeña aventura, sin mayores expectativas, con el único fin de catar las distintas cervezas que se ofrecen. Pero nunca nos hubiésemos imaginado que podríamos volver con tal cantidad de anécdotas y, principalmente, con un nuevo héroe. Se trata, nada más y nada menos, que de José, dueño del hotel donde nos alojábamos y tío de uno de los miembros más pasivos de esta organización. El entendimiento fue mutuo y casi inmediato, a las pocas horas de haber llegado ya se había convertido en parte fundamental, tanto del grupo como del viaje en sí, al punto de facilitarnos su automóvil, alcohol y demás yerbas. Estaba a toda hora a nuestra disposición, pendiente de cualquier necesidad que nos surgiera (algunos incluso sospechan, con fundamento, que no dormía). También cabe aclarar que era simpatizante del buen beber, siempre se lo podía ver acompañado de un porrón, circunstancia que tal vez colaboro en el desarrollo de nuestra cálida relación.
Hace unas pocas semanas nos enteramos que José, por orden del medico, a quien nos encargaremos de ajusticiar en cuanto pongamos un pie en Córdoba, abandono el sano hábito de ingerir unos ocho porrones diarios. Obviamente, esto puede incidir de manera estrepitosa en lo que a nuestro viaje respecta. A continuación procederé a analizar cada uno de los escenarios con los que nos podemos llegar a encontrar, habiendo dejado de lado aquellos que consideré irrisorios, para mantener el prestigio y respeto que tanto caracterizan a la FIP:
1-llegamos todos juntos, bolso en mano y en cuanto lo divisamos tiramos todo a la mierda y vamos corriendo para abrazarlo. José observa una banda iracunda que corre hacia su persona y no puede evitar asustarse, detalle que no llegamos a contemplar. Después de un efusivo abrazo de equipo mira confundido a su mujer.
José:
¿Y estos quienes son?
Mujer de José:
Pero José, son los chicos, amigos de Nacho, que vinieron el año pasado
José:
¿Quién es Nacho?
Mujer de José:
José! Tu sobrino
José:
¿Eh?
Pasamos el resto de nuestra estadía cabizbajos, lamentándonos que nuestra entrañable relación con José no sea recíproca y que tal vez el reciba a todos sus huéspedes como lo hizo con nosotros.
2-llegamos y descubrimos que José se convirtió en un adicto al café, cuyas extremidades tiemblan descontroladamente, al mejor estilo Barny Gómez en sus clases de piloto de helicóptero. Durante nuestra estadía podemos confirmar que, efectivamente, no duerme.
3- llegamos y descubrimos que José se convirtió en un adicto al café, cuyas extremidades tiemblan descontroladamente, al mejor estilo Barny Gómez en sus clases de piloto de helicóptero. Vilmente procedemos a beber grandes cantidades de refrescante cerveza en sus alrededores, con lo que en un par de minutos logramos que corte con la insalubre abstinencia.
4-tras una breve conversación con José llegamos a la conclusión de que se ha convertido en el más despiadado de los capitalistas, pretendiendo cobrarnos gamba y media por la habitación, cincuenta mangos por una pizza, igual suma por el uso de su volkswagen y usureros intereses moratorios, punitorios y sancionatorios por nuestra demora en el pago del año anterior.
5-desde la ruta notamos que algo no anda bien. Podemos observar decenas de pequeñas cacerolas y botellas vacías de fernet desparramadas por todo el jardín. Nuestro mas temido miedo se hizo realidad, los obreros de la construcción paraguayos, que el año anterior habitaban en el cuarto contiguo al nuestro, habían comprado o tomado por la fuerza, desconocemos, la totalidad del hotel. Vaya uno a saber que fue de José y su familia, los obreros nos trataron muy bien y nos pareció que seria un gesto maleducado el preguntar por ellos.
6- desde la ruta notamos que algo no anda bien. Podemos observar decenas de pavos reales paseándose por el jardín. El más temido miedo de tedy se hizo realidad. Sin embargo, eso no impidió que el resto de nosotros pasáramos unas lindas vacaciones.
7-ante tamaña noticia, decidimos alojarnos en otro establecimiento, a fin de evitar tener que ver a José en esas condiciones.
8-segundos antes de arribar Nacho nos comenta que lo de la abstinencia fue solo una broma de mal gusto, que José le estaba entrando como siempre. Efectivamente, al cruzar la puerta José nos esta esperando, porrón en mano, con los brazos abiertos. Que así sea!
Se adjunta una foto de José, en sus mejores momentos:
